Cultura de motos
Hablar de motocicletas, como siempre, es muy apasionante, esa sensación de adrenalina que corre a través de nosotros y que nos eriza la piel cuando escuchamos el rugido del motor saliendo por el escape; pero esa pasión para los mexicanos tiene un origen.
Nos remontamos hasta el año 1910, cuando Benjamín Martín del Campo Lozano comenzó un negocio de bicicletas, donde las compraba, las vendía y rentaba; para 1915 del Campo Lozano ya contaba con una tienda ubicada en Bolívar #42 donde también empezó a vender motocicletas Indian y Harley-Davidson, esto quiere decir que se vendían ya motocicletas en México mientras Villa y Zapata peleaban en la revolución, se cuenta que en ellas (las motos), los buscaban.
En 1951, en el cine mexicano, la cinta A.T.M. (A Toda Máquina) el director Ismael Rodríguez muestra a sus protagonistas, Pedro Infante y Luis Aguilar, como miembros del Escuadrón de la Policía de Tránsito de la Ciudad de México, montados cada uno en su Harley-Davidson, inmortalizando así la marca en nuestro país.
No podemos negar que la motocicleta ha estado en gran parte de la historia mexicana, y que en ellas miles de apasionados hemos vivido historias que de verdad marcan nuestras vidas en un antes y en un después de nuestra motocicleta.