Museo Soumaya
El gran palacio de arte ubicado en la Colonia Granada de la Ciudad de México, diseñado por el arquitecto y urbanista mexicano Fernando Romero, destaca entre contrastes para llamar la atención del capitalino, del comerciante, del turista.
Rodeado de museos, plazas comerciales y teatros; es el lugar indicado para comenzar una visita que terminaría en Polanco con muy buenos restaurantes.
El museo cuenta con más de 66,000 obras de 30 siglos de arte, este incluye esculturas de la época prehispánica de Mesoamérica, grandes colecciones de pintura mexicana y claro, un gran repertorio de obras de los antiguos y profesionales artistas europeos, novohispanos y modernos del arte occidental, como lo son Auguste Rodin, Salvador Dalí, Esteban Murillo y Tintoretto.
Llegamos al museo y nos topamos que la entrada es gratis, así que entramos al hall y pudimos observar una multitud de personas que se detenían para ver la pieza temporal del museo, Las Puertas del Infierno de Rodin, la cual es una imitación de la original del Museo Rodin París. Esta perfecta imitación se comenzó en el 2012 para ser terminada en el 2015 gracias al trabajo del Ministerio de Cultura de Francia, el Museo Rodin de París, la casa fundadora Coubertin y Fundación Carlos Slim.
Después de unos minutos de detenimiento, subimos al Piso 6, una sala hermosa en todos los sentidos, desde su arquitectura hasta su contenido, dedicada a Rodin y a la escultura europea del S. XIX y XX donde uno aprecia la perfección y detalle de cada obra colocada.
Estuvimos recorriendo el museo mientras nos topábamos con estudiantes, turistas latinoamericanos, familias y amigos. Era inminente que el museo estuviera repleto de gente con tanto contenido allá dentro.
Mientras uno va bajando por el museo, observa distintas colecciones de arte. Una colección que más llama la atención es una colección de enormes piezas de marfil talladas a mano para darles formas de rostros, dragones, palacios orientales y algún Jesús crucificado por ahí.
Bajamos las escaleras para llegar al mural “Baño en el Río” de Diego Rivera, este gran muralista que roba toda esencia de la naturaleza para plasmarla en sus murales, los cuales son tan egoístas que se dedican a robar la mirada.